El conocido ‘hacker’, Barnaby Jack, ha muerto en San Francisco, una semana antes de mostrar las técnicas que conocía para atacar los dispositivos cardíacos implantados en las personas y que según dijo podía matar que se encuentre a 10 metros de distancia aproximadamente.
De momento no se conocen detalles sobre las causas de la muerte. La oficina médica forense de San Francisco explicó que Jack ha fallecido en la ciudad el jueves, pero no ha dado más detalles.
Barnaby Jack, experto en seguridad, se convirtió en uno de los ‘hackers’ más famosos del planeta, cuando en 2010 consiguió controlar los cajeros automáticos para que le entregasen el dinero que contenían y grabasen la información de las tarjetas que se insertasen en él. Fue tan conocido que a esta técnica se la llegó a apodar como ‘Jackpotting’.
La comunidad de hackers ha expresado su sorpresa a través de las redes sociales por la noticia de su muerte, que se ha extendido a través de Twitter el viernes por la mañana. El pirata informático Tyler Shields escribió “Wow... Sin palabras” y la empresa de seguridad informática para la que trabajaba, IOActive, dijo en un tweet: “nunca olvidaremos a nuestro querido pirata”.
Barnaby Jack, que trabajaba como director de seguridad de dispositivos integrados de IOActive, consiguió ‘hackear’ aparatos médicos, como marcapasos o bombas de insulina, alterando su funcionamiento de manera que pudieran provocar incluso la muerte de la persona. Llegó a encontrar errores en los aparatos médicos de una importante marca y afirmó: “puedo recuperar los códigos necesarios para intervenir en los implantes individuales a distancia”.
El pirata informático tenía previsto presentar su última investigación durante el próximo foro de hackers conocido como ‘Black Hat hacking’, en las que había recibido la ovación de sus compañeros por su creatividad y talento para el espectáculo.