Durante los últimos meses hemos visto múltiples rumores en torno al futuro buque insignia de la compañía coreana, el Samsung Galaxy S3. Multitud de imágenes y datos, algunos ciertos otros no, que dieron paso a su presentación a principios de mayo. Ya tuvimos oportunidad de probarlo en Londres. Ahora, os traemos un
completo análisis de uno de los smartphones de referencia para este 2012.
La gama alta en Android este año viene pisando fuerte. Tras ver las apuestas de Sony (Sony Xperia S) y HTC (HTC One X y One S), dos competidores formidables, nos toca poner a prueba un terminal que viene con el listón muy alto. La expectativa es máxima, tanto o más como el nivel de exigencia. Veamos si cumple, o no, con todo lo que esperábamos de él.
Samsung Galaxy S3, contra el mundo y contra él mismo
Echemos la vista atrás y repasemos los precedentes: Samsung Galaxy S2 fue la referencia en Android durante el 2011, se vendieron 20 millones de unidades de este modelo y fue un año que sirvió para que la empresa se consolidara como una de las marcas referencia del sistema operativo de Google.
Ante esta situación, y los rumores que no hacen más que disparar las exigencias de muchos. Samsung lanza su nuevo modelo, el Samsung Galaxy S3. Un hardware que corrobora el nuevo estándar de
la gama alta en Android: cuatro núcleos, pantalla de gran tamaño y una cámara fiable. Sin embargo, hay algo más que no han querido dejar de lado: el software.
Las especificaciones técnicas han alcanzado una cota altísima pero la cuestión es: ¿podemos sacar el máximo provecho a tanto núcleo y potencia? Samsung dice que sí y para ello ha dotado al S3 con aplicaciones de todo tipo para no sólo destacar en los componentes. ¿Será suficiente? Veamos esta y otras muchas cuestiones a lo largo delanálisis.
Diseño
“Diseñado para humanos”. Con este slogan Samsung ha querido introducir todos los cambios de su nueva punta de lanza. La naturaleza también ha sido otro gran pilar para definir la transformación de un terminal que apuesta por un diseño más redondeado en las esquinas y donde se mantienen algunos elementos estéticos del Samsung Galaxy SII.
De nuevo, nos encontramos con el
policarbonato como el componente principal, con permiso de la pantalla. Es un material controvertido, para algunos es un signo de confianza ya que resiste bien los golpes y otro tipo de perrerías. Para otros es un signo de acabados baratos en un terminal que se le presupone un nivel de calidad mayor que al resto.
Para gustos colores. En mi opinión creo que la decisión es acertada, es cierto que podrían haber recurrido a otro tipo de diseños más sofisticados con el mismo material, véase el HTC One X, pero esta fórmula funciona perfectamente. Eso sí, un detalle que no me ha convencido es el engaño que pueden producir a la vista el plástico.
Cuando aparecieron las primeras imágenes, oficiales y de medios, del Galaxy S3 vimos que el modelo azul imitaba una especie de aluminio anodizado un tanto extraño. La intención de asemejarse a un canto rodado, por el color, en un material como el plástico se hace muy raro. En el caso del color blanco, modelo que hemos reseñado, la sensación decrece y se hace más natural ya que su parecido con el SII blanco, modelo que ya conocemos, es mayor.
Además de las esquinas redondeadas y del ya mencionado plástico nos encontramos con los marcos de color metalizado. En este caso, el grosor se ha reducido y al contrario que el SII estos no sobresalen, lo cual hace que el acabado del terminal sea uniforme y todo quede al mismo nivel. Un detalle que personalmente me ha gustado mucho.
En lo que respecta a los botones, Samsung sigue apostando por
el mismo esquema de uno físico central, mucho más estilizado, y dos táctiles a la izquierda y a la derecha. En el marco izquierdo nos encontramos con los rockers para subir y bajar el volumen mientras que en el derecho tenemos el botón de encendido. En la parte superior, el jack de 3,5 mm y en la inferior el micro
USB, a través del cual –con adaptador de por medio- podremos sacar la señal de vídeo y audio.
Un detalle que personalmente me ha gustado mucho ha sido la vuelta del led de colores para las notificaciones. Parecía que muchos se habían olvidado de él este año, salvo excepciones como el Motoluxe, pero Samsung ha decidido rescatarlo para avisarnos de correos, mensajes y también del estado de la batería.
Resulta curioso que, siendo la cámara un elemento tan importante, no se haya decidido integrar un botón para tal propósito. No es que hacer fotos con la pantalla táctil sea incómodo, aunque hay circunstancias que sí, pero lo cierto es que es algo de agradecer y que, en gama alta, es un detalle que sólo ha cuidado Sony con el Xperia S.
Tras ver los aspectos externos cogemos el teléfono y nos encontramos con la primera sorpresa. A pesar de su tamaño
es muy cómodo cuando lo tenemos en la palma de la mano. Otro aspecto que me agrada mucho, aunque al principio se hace raro, es su ligereza. Con sólo 133 gramos al principio desconcierta un poco ya que la relación tamaño/peso hace que sea un peso pluma.
A la hora de usarlo nos encontramos con su pantalla de 4,8 pulgadas, de la que hablaremos con más detalle en unos momentos. De nuevo, una cuestión muy subjetiva. A mí personalmente no me disgusta el tamaño y se maneja bien tanto con una mano como con dos. Si bien es cierto que a algunos les puede costar hacer la diagonal con el pulgar al cogerlo con una mano.
No obstante, si lo usamos con dos pulgares para escribir con el teclado es perfecto. A la hora de llevarlo en el bolsillo se nota que es abultado. En resumen, un buen trabajo en la parte de diseño, continuista en algunos aspectos pero que funciona e innova ligeramente. Más allá de eso hay cuestiones como el tamaño y los materiales que obedecen más a una cuestión de gustos donde cada uno es libre de elegir.
Pantalla
Hora de hablar de uno de los aspectos importantes de todos los smartphones: la pantalla. Samsung ha sido una empresa puntera en la fabricación de pantallas, si bien es cierto que sus pantallas AMOLED no son del gusto de todos. El Samsung Galaxy S3 viene equipado con una Super AMOLED de 4,8 pulgadas y una resolución de pantalla de 720×1080 píxeles. O lo que es lo mismo: 306 píxeles por pulgada.
El ángulo de visión es casi completo y se puede ver la pantalla perfectamente desde casi cualquier punto de vista. La calidad es realmente buena y los colores son bastante fieles, aunque sigue teniendo el ligero tono azul característico de las pantallas AMOLED. A nivel de nitidez y definición roza un nivel muy bueno, a pesar de Pentile.
Así es, aunque esta tecnología siempre causa mucha controversia lo cierto es que no afecta a la nitidez del texto. Si bien es cierto que si nos fijamos con detalle vemos que los bordes a veces no son del todo finos a la hora de usarlo a una distancia normal no es algo que se note apenas. Está ahí, y creo que es bueno remarcarlo, pero no es un elemento que afecte, apenas, a la experiencia de usuario.
A la hora de leer texto, ver imágenes o vídeo la sensación es realmente buena. A las virtudes que ya hemos mencionado hay que destacar también el cuidado de los elementos estéticos de la nueva interfaz TouchWiz, de la que luego hablaremos más en detalle. Los iconos, los fondos de pantalla… La pantalla del Samsung Galaxy S3 es realmente buena, algo indispensable en cualquier smartphone ya que su rol es fundamental.
La pantalla táctil capacitiva, como no podía ser de otro modo, responde perfectamente a los gestos básicos y los avanzados. A nivel de brillo es eficiente, con exceso de luz natural sufre como todas pero en el resto de condiciones se porta perfectamente. Eso sí, el sistema de brillo automático deja bastante que desear, no siempre se ajusta bien a lo que esperamos de él.
Rendimiento y conectividad
Cuatro núcleos es el estándar en la gama alta para Android y Samsung en este sentido no sólo está a la altura sino que supera a sus más directos competidores. Sobre el papel su quad core a 1,4 GHz es inferior al del HTC One X (1,5 GHz) sin embargo en los benchmarks vemos que el terminal de la coreana supera con diferencia al de la taiwanesa.
Si nos quedamos con el dato técnico, Samsung Galaxy S3 marca 5.246 puntos en Quadrant, una diferencia notable –pero no demasiado grande- respecto al terminal más rápido según esta herramienta de benchmark, el HTC One X.
Más allá de las pruebas técnicas, que no dejan de ser eso mismo, el rendimiento del terminal es excelente. Puede sonar a una obviedad, y es que si un smartphone no va bien con este hardware sería preocupante, pero el sistema lo mueve con total fluidez. En todo el tiempo que le hemos probado se ha portado a la perfección.
Ningún cierre inesperado, exceptuando uno con Spotify pero que se debe a un bug de la versión beta del reproductor. Transiciones fluidas, reproducción de vídeo sin problemas y con algunas funcionalidades como Pop Up Play sacando músculo y demostrando el potencial del motor del Samsung Galaxy S3.
En cuanto a conectividad, ningún tipo de problema con la WiFi ni los datos. No se pierde cobertura al coger el teléfono de forma normal y la velocidad no se resiente, más allá de las limitaciones de nuestro proveedor. Gracias al sistema de doble micrófono, el ruido se aísla perfectamente y en situaciones con sonido ambiente moderado no se oye prácticamente nada. Gran conectividad y uno de los mejores rendimientos visto en un smartphone Android.
Software
Empezamos con el software. Como bien sabéis el terminal cuenta con Android Ice Cream Sandwich 4.0. Una versión que rápido queda oculta por todos los elementos de la capa de software Samsung: TouchWiz. Siguiendo la estela de lo natural, la coreana nos trae una interfaz renovada que se ajusta no sólo a la alta resolución de la pantalla sino a esa temática más cercana al agua.
Se mantienen muchas claves estéticas de la anterior versión de TouchWiz: botones, distribución… En general son acertados, como podéis ver en la galería que hay en la conclusión de este apartado, pero prefiero Holo, el tema por defecto de Ice Cream Sandwich. Entiendo la búsqueda de la diferenciación, pero no termina de convencerme.
No obstante, hay que reconocer que cuenta con algunos detalles muy buenos como todos los paneles de energía en la barra de áreas distribuidos con scroll horizontal. Samsung ha cuidado mucho este aspecto y aunque subjetivamente no me gusta, hay que reconocer el trabajo que han hecho.
Más allá de la interfaz Samsung ha decidido dotar al Galaxy S3 con unas cuantasaplicaciones que pretenden dar valor añadido. Nos encontramos con viejos conocidos que ya debutaron en el Galaxy Note: S Memo. Una aplicación ideal para tomar notas con el dedo, o un puntero, así como la posibilidad de dibujar encima de imágenes o capturas de pantalla.
También tenemos otras como AllShare Play, para compartir y reproducir contenidos de forma inalámbrica o funcionalidades como Pop Up Play. Esta última demuestra que es posible correr vídeos con buena calidad mientras estamos en otra aplicación. Sin embargo, no termino de encontrarlo especialmente útil: demasiado pequeño para contenidos como por ejemplo series subtituladas.
En definitiva, muchas funcionalidades con un hardware sobresaliente que marca la diferencia. Las aplicaciones suman y en general aportan valor añadido al teléfono. TouchWiz por su parte evoluciona en una buena dirección pero oculta demasiados elementos de una interfaz que, para mi gusto, le ha dado la calidad que le faltaba Android. Ahora, porque lo merece, hablemos de una de las funcionalidades estrellas del Samsung Galaxy S3.
Voz S, una de cal y una de arena
Una de las funcionalidades que más llamó nuestra atención durante la presentación del móvil en Londres fue Voice S, o Voz S en su versión española. Un sistema de reconocimiento de voz que nos permite hacer acciones sencillas como llamar por teléfono, añadir tareas a nuestra agenda, abrir aplicaciones, buscar en internet o consultar el tiempo en cualquier lugar del mundo.
Guste o no, el parecido con Siri es inevitable. No sólo en el concepto sino también en el diseño de la interfaz visual de la aplicación. A su favor, Voz S tiene el hecho de que habla español y también con la variante para Iberoamérica. Tras unas cuantas pruebas, las conclusiones son buenas pero tiene algunos peros.
En general el sistema de reconocimiento de voz funciona bien y salvo cosas puntuales entiende lo que le decimos. Un detalle que me ha sorprendido es el hecho de que reconoce bien tanto palabras conocidas (por ejemplo los apellidos comunes) y algunas no tanto así como vocablos extranjeros. Hasta aquí todo bien.
Muchas opciones las coge a la primera: llamar a Fulano, consultar el tiempo en Madrid, buscar conciertos en Madrid, navegar a Plaza España… Sin embargo hay veces que Voz S se traba y cuando esto ocurre es un tanto frustrante. No pasa a menudo pero por ejemplo a la hora de abrir aplicaciones le cuesta entender el comando.
En general la experiencia es buena, no es perfecta pero es de lejos el mejor sistema de reconocimiento de voz que hay para Android. Lo cual, visto el nivel que hay en el sistema operativo de Google, tampoco era un listón muy alto. Cuando Siri aprenda español será interesante hacer una comparativa entre ambos.
A nivel de usabilidad no termino de ver claro el concepto de reconocimiento de voz. La interactividad por voz con el teléfono me resulta extraña. Si bien es cierto que hay comandos útiles como “Apagar WiFi” o “Encender datos móviles” la experiencia en sí no termino de encontrarla natural. En cualquier caso, esta apreciación es completamente subjetiva.
Batería
2.100 mAh. Cuando Samsung anunció esta cifra durante la presentación en Londres muchos imaginamos que por fin alguien iba a marcar la diferencia en el talón de Aquiles de todos los smartphones, la autonomía. Cargar el teléfono móvil todos los días se ha convertido en una costumbre y este amperaje sonaba prometedor sobre el papel.
Parecía que Samsung había dado con la clave: una batería fiable sin necesidad de sacrificar el diseño, como el caso del Motorola RAZR Maxx. Sin embargo esos 2.100 mAh bajan rápido a la tierra para devolvernos a la realidad: la batería dura como la mayoría. No esperéis milagros, cumple con el día a día usándolo de forma normal: datos, abrir páginas, consultar redes sociales, hacer fotos, alguna que otra llamada…
No hay que olvidar que este grandullón tiene una pantalla de 4,8 pulgadas y es capaz de hacer muchas cosas. De momento parece que tendremos que esperar para ver baterías que aumenten de verdad la autonomía. Si aumentamos su uso reproduciendo vídeos o jugando la duración se reduce a las seis horas. No obstante para el uso común que podemos darle cumple bien.
Cámara
Acabamos este análisis con un apartado muy importante y que este año está ganando peso como uno de los elementos que condiciona la compra de un smartphone: la cámara. Muchos fabricantes han dado importancia a este elemento y a raíz de ello hemos recibido smartphones con una calidad realmente buena para el tipo de formato que se trata. Este 2012 la guerra continúa por este camino y tras la apuesta del Xperia S (la cámara del Xperia S en diez fotos) y el HTC One X (análisis a fondo), dos modelos con cámaras de gran nivel, Samsung se ha encontrado con un listón muy alto.
El detalle técnico de la cámara nos deja al principio un poco fríos: el mismo sensor que el Samsung Galaxy SII. En palabras de Samsung España, han decidido volcarse más en el software y lo cierto es que lo han conseguido ya que en comparación una con la otra los colores son más naturales y se aprecia un poco más de nitidez. Eso sí, hay detalles técnicos que mejoran: la apetura mínima es de 2,6 frente a los 2,65 del SII y la longitud focal de 3,7mm.
Tras varias pruebas en diferentes condiciones, a la hora de hacer fotografías se porta bastante bien. En situaciones de poca luz flaquea un poco pero el rendimiento es buenotanto en interiores como en exteriores. El zoom da bastante de sí y, como podéis ver en las fotos que acompañan este apartado cumple bien tanto en enfoque automático como con reconocimiento de caras y macro.
Macro en exteriores. Buena definición y colores muy naturales.
Además de mejorar el software de la cámara, también nos encontramos con mejoras interesantes: la posibilidad de hacer fotos HDR (no hace falta ser cirujano para poder hacerlas a pulso sin que salgan trepidadas), disparar en ráfaga –una opción muy útil- o etiquetar a nuestros amigos en las que realicemos. El sistema de reconocimiento de caras funciona bastante bien y el móvil aprende rápido. No obstante, a veces se lía un poco etiquetando por su cuenta.
A la hora de grabar vídeo, la calidad que ofrece cumple con el expediente. Ideal para llevar encima pero tampoco es un aspecto que brille demasiado. Lo bueno de la grabación de vídeo es la posibilidad de hacer fotografías mientras estamos en ello, como en el HTC One X. Abajo, unas fotos de cómo quedan estas instantáneas.
Arriba, sin HDR. Debajo, con HDR.
La cámara, en los dos sentidos cumple muy bien y sin hacer mucho ruido, al contrario que la competencia que está haciendo más marketing con este elemento, se coloca como una opción interesante. No tiene la calidad puntera del Xperia S pero mantiene muy bien el nivel en la gama alta. Se echa de menos alguna aplicación de retoque más potente eso sí.
La opinión de Xataka
A pesar de tener el listón muy alto, el propio suyo y el que ha fijado la competencia, Samsung Galaxy S3 es capaz de destacar por muchos motivos: los cuatro núcleos garantizan un rendimiento excelente, la pantalla se ve muy bien, la cámara es fiable y el software, aunque no supone un aspecto disruptivo, escudan al resto de prestaciones técnicas. Además de un diseño esbelto y muy cuidado.
La cuestión es: ¿ha vuelto para reinar en Android este año? La respuesta es difícil y, si bien es cierto que en cómputo global es un smartphone muy interesante la competencia no se lo va poner tan fácil este año. Samsung ha hecho un gran trabajo para renovar su modelo más puntero, muchos cambios y en general bastante acertados.
Quizá la relación calidad precio eche a más de uno para atrás, ahora que la compra de terminales libre se ha convertido en una opción más a tener en cuenta que nunca.
El teléfono ha sido cedido para la prueba por parte de
Samsung. Puedes consultarnuestra política de relaciones con empresas.
Publicado por:
Juan Carlos