El ídolo de muchos aficionados de la tecnología, el cofundador del gigante Apple, Steve Jobs, por su parte, también conoció el fracaso, algo que para muchos hubiera supuesto el fin de su carrera. Lo más sorprendente es que en este caso el momento trágico no ocurrió en el inicio de su camino, sino cuando ya dirigía su compañía, valorada en ese momento en 2.000 millones de dólares y con más de 4.000 empleados.
Al cumplir 30 años Jobs fue despedido de la empresa que él mismo había creado. A medida que Apple crecía Steve Jobs decidió contratar a alguien capacitado para dirigir la compañía junto a él, sin embargo, con el tiempo sus visiones acerca del futuro comenzaron a diferir y finalmente se apartaron completamente. "Había sido rechazado, pero aún estaba enamorado.
Así que decidí empezar de nuevo", recordaba el genio. "No me di cuenta entonces, pero resultó que el hecho de haber sido despedido de Apple fue lo mejor que jamás me pudo haber pasado.
El peso del éxito fue reemplazado por la ligereza de convertirme de nuevo en un principiante, menos seguro de las cosas", comentaba Jobs, quien creó NeXT y adquirió Pixar antes de regresar a Cupertino como salvador y convertir a la empresa de la manzana en lo que es hoy.
El peso del éxito fue reemplazado por la ligereza de convertirme de nuevo en un principiante, menos seguro de las cosas", comentaba Jobs, quien creó NeXT y adquirió Pixar antes de regresar a Cupertino como salvador y convertir a la empresa de la manzana en lo que es hoy.
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