Intel anunció en su foro anual de desarrolladores que los procesadores Atom Clover Field han sido diseñados específicamente para Windows 8, y por lo tanto no tendrán soporte oficial para Linux. Esto no sólo impediría utilizarlos con el principal sistema operativo libre, sino también con aquellos que se basan en él, como Android.
La explicación de Intel es que Linux no puede utilizar las funciones
P-State y C-State, que permiten que el sistema operativo controle la
frecuencia de los núcleos según sea necesario, y que además “lleva muchísimo trabajo hacer que un procesador soporte un sistema operativo”. Sin embargo, Intel también ha dicho que la arquitectura Clover Field se basa principalmente en la de su antecesor, Medfield.
En efecto, algunos dispositivos Android utilizan procesadores Atom
Medfield, por lo que los motivos para no dar soporte a Linux en esta
nueva generación no terminan de quedar del todo claros.
La verdadera razón, entonces, pareciera ser proteger a Microsoft de la competencia,
y darle así una ventaja que le permita hacer pie en un área dominada
por Android y iOS. Si bien es cierto que la comunidad Linux seguramente lanzará una versión adaptada a la nueva generación de Atom,
es muy probable que los fabricantes de hardware se rehúsen a utilizar
un sistema que no cuenta con el soporte oficial de Intel, quedando Windows 8 como única opción.
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