Los equipos informáticos tienen aspectos complicados en lo que respecta a su limpieza en las empresas. Por lo general la limpieza diaria que se realiza no pasa de ser superficial y estética pero depende de como estén colocados los equipos pueden acumular mucha suciedad en el interior. Por eso es conveniente un para de veces al año coger las herramientas para la limpieza de los equipos informáticos.
Depende del tipo de equipos acumularán más o menos porquería. Los equipos portátiles y los de sobremesa son los que menos acumulan, mientras que los equipos de torre, que suelen estar sobre el suelo son los que más suciedad acumulan en su interior. Sobre todo si no ocupan un espacio sobreelevado debajo de las mesas y están directamente sobre el propio suelo.
Dependiendo del tipo de caja que tengamos para abrirla necesitaremos un destornillador y bastará con retirar la tapa lateral para poder acceder a su interior. Previamente deberemos haberlos desconectado de la corriente eléctrica. Lo mejor es intentar retirar el máximo posible de suciedad con la ayuda de una brocha limpia. Después si disponemos de una aspiradora mejor para eliminar todo el residuo. Si no siempre podremos utilizar botes de aire comprimido, pero más que retirar esparcen el polvo que se ha retirado.
En especial tenemos que poner cuidado en despejar todos los elementos de ventilación, rejillas o el disipador de microprocesador. Además de conseguir que el equipo trabaje a menor temperatura aumentaremos en buenas condiciones la vida útil de los mismos. En el casos de los portátiles debemos realizar la misma operación pero directamente en los conductos de ventilación.
Otra cuestión serán periféricos como impresoras, que requieren de un especial cuidado por los restos de tóner que suelen dejar. En este caso la aspiradora para no esparcir el tóner es fundamental. Por último en los teclados lo mejor es desmontar las teclas para proceder a su limpieza lateral y retirar toda la suciedad que se acumula debajo de las mismas.
Si utilizamos cualquier producto de limpieza debemos asegurarnos que no deje residuos sobre todo si limpiamos conectores, rodillos de arrastre de páginas de impresoras o las pantallas que pueden afectar a la posterior visualización en los mismos. Lo mismo para el exterior de los equipos, donde debemos tener cuidado de no utilizar productos abrasivos.
Depende del tipo de equipos acumularán más o menos porquería. Los equipos portátiles y los de sobremesa son los que menos acumulan, mientras que los equipos de torre, que suelen estar sobre el suelo son los que más suciedad acumulan en su interior. Sobre todo si no ocupan un espacio sobreelevado debajo de las mesas y están directamente sobre el propio suelo.
Dependiendo del tipo de caja que tengamos para abrirla necesitaremos un destornillador y bastará con retirar la tapa lateral para poder acceder a su interior. Previamente deberemos haberlos desconectado de la corriente eléctrica. Lo mejor es intentar retirar el máximo posible de suciedad con la ayuda de una brocha limpia. Después si disponemos de una aspiradora mejor para eliminar todo el residuo. Si no siempre podremos utilizar botes de aire comprimido, pero más que retirar esparcen el polvo que se ha retirado.
En especial tenemos que poner cuidado en despejar todos los elementos de ventilación, rejillas o el disipador de microprocesador. Además de conseguir que el equipo trabaje a menor temperatura aumentaremos en buenas condiciones la vida útil de los mismos. En el casos de los portátiles debemos realizar la misma operación pero directamente en los conductos de ventilación.
Otra cuestión serán periféricos como impresoras, que requieren de un especial cuidado por los restos de tóner que suelen dejar. En este caso la aspiradora para no esparcir el tóner es fundamental. Por último en los teclados lo mejor es desmontar las teclas para proceder a su limpieza lateral y retirar toda la suciedad que se acumula debajo de las mismas.
Si utilizamos cualquier producto de limpieza debemos asegurarnos que no deje residuos sobre todo si limpiamos conectores, rodillos de arrastre de páginas de impresoras o las pantallas que pueden afectar a la posterior visualización en los mismos. Lo mismo para el exterior de los equipos, donde debemos tener cuidado de no utilizar productos abrasivos.
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