En cuestión de almacenamiento,
tanto a nivel empresarial como a nivel particular, tenemos un amplio
abanico de posibilidades a un precio que cada vez es más asequible
(cabinas de almacenamiento, unidades de red, almacenamiento en la nube,
discos duros de gran capacidad, etc). Sin embargo, un factor de gran
importancia, además de la capacidad de almacenamiento, es la velocidad de transferencia,
es decir, el tiempo que tardamos en escribir o leer un conjunto de
datos determinado. Precisamente, en mejorar esta figura, un equipo
formado por miembros de la Universidad de York (Reino Unido), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) de España, el Instituto Paul Scherrer (Suiza), la Universidad de
Nihon (Japón), el Instituto de Magnetismo de Kiev (Ucrania), la
Academia Rusa de Ciencias y la Universidad de Nimega (Holanda) ha
desarrollado una técnica que sería capaz de grabar terabytes de información en un disco duro en apenas un segundo.
Con este trabajo, que se ha publicado en la revista Nature Communications,
el equipo ha puesto sobre la mesa una técnica que abandonaría el uso de
campos magnéticos que, hasta ahora, se utilizaban tradicionalmente en
los discos duros (los discos duros magnéticos que estamos acostumbrados a
utilizar) y abre la puerta a una nueva generación de discos duros con
mayor capacidad de transferencia y que, además, podrían consumir menos.
El cambio que han introducido es la sustitución del campo magnético por la aplicación de un “golpe de calor”
sobre el plato del disco duro cambiando así la polaridad del sector. Si
bien siempre se había asumido que el calor destruía las propiedades
magnéticas de un material, el equipo de investigación ha demostrado que
el calor puede utilizarse para controlar la polaridad de un material y
sería viable su uso aplicando un pulso de calor durante unos
femtosegundos para calentar el material y que éste adquiera la nueva
polarización unos picosegundos después de retirar la excitación.
Gracias a este proceso de calentamiento y enfriamiento, podría escribirse la información mucho más rápido que en los discos duros magnéticos actuales, según comentaba uno de los autores, Unai Atxitia, estudiante de doctorado e investigador del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid del CSIC:
Este proceso es 100 veces más rápido que la tecnología que actualmente
utilizan los discos duros, y puede almacenar terabytes de información
por segundo. El uso de calor consume mucha menos energía que el de un
campo magnético.
Supongo que esta tecnología aún tardará algún tiempo en llegar a
productos comerciales pero las posibilidades que tiene son
impresionantes.
Link: Tendencias21
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